
Raw! Uncut! Video!
Ryan A. White y Alex Clausen, Estados Unidos, 2021, 79 min.
EEUU tiene un problema. Sus estándares de decencia han casi desaparecido. La presencia de pornografía ¿es un problema de la primera enmienda?. La obscenidad que representa la pornografía hardcore, no es una expresión sujeta a protección. De hecho es ilegal. Su distribución comercial es un crimen.
Barbara Hattemer, National Decency Forum
Raw! Uncut! Video! Es parte de la programación que nos trae la Muestra Internacional Excentrico en su versión del año 2022. Nos cuenta la historia de la productora de porno Palm Drive Video y de la pareja que le dio vida a este proyecto a comienzos de los años ochenta. Junto con hacer un recorrido a la relación de 38 años entre Jack Fritscher y Mark Hemry, podemos ver una historia paralela de redes y vínculos que dan cuenta de la cultura gay estadounidense. La pareja se conoce en una fiesta de cumpleaños de Harvey Milk, Jack Fritscher es el editor de la revista Drummer que se perfila hacia una comunidad Leather (fetiche con el cuero), una de las editoriales más populares es la que toma el trabajo del fotógrafo Robert Mapplethorpe. Estos son solo algunos des esos ejemplos de redes que se ven en esta pieza.
A través de una serie de escenas comentadas por sus protagonistas (director y actores) podemos ir adentrándonos en una de las premisas del porno producido por Palm Drive Video: sexualizar todo tipo de cuerpos para potenciar la representación de hombres que no eran la imagen perfecta, con prácticas sexuales fuera del canon de la época. En este sentido la película es también una pequeña revisión a parte de la historia del porno en EEUU.
La historia nos va llevando a uno de los momentos históricos más complejos respecto a la pandemia del VIH/SIDA, los años ochenta. Cuentan que la mitad de los amigos que se juntaban a celebrar un cumpleaños, moría al año siguiente. Era el relato de una época gris para las comunidades de las que se dan cuenta. Por lo mismo las aseveraciones que lanza Hattemer (la traducción sería algo así como Foro Nacional de la Decencia) al inicio de la película se vuelven inquietantes ¿Qué está desapareciendo de la sociedad estadounidense de los años ochenta? ¿Qué tipo de relaciones son un problema para esa sociedad?
Esta revisión a la historia del porno y a la subcultura gay gringa, adopta diversas técnicas y formatos para mostrarnos otra forma de construir imaginarios sexuales y relaciones del mismo tipo. Lo que está en cuestionamiento es la heteronorma como única alternativa para la sociedad. La primacía del auto-placer, la construcción de otro tipo de sujetos del porno (en contraposición a los hegemónicos blancos y heteronormados), la aparición de otros cuerpos masculinos (no hegemónicos) y el bajo presupuesto de sus producciones nos llevan a pensar en otra forma de disputar un espacio a la industria del porno. Lo que nos muestra este film es que la predominancia de relaciones de autosatisfacción y la vinculación entre cercanos en los orígenes de la pandemia del VIh/sida generó micropolíticas del cuidado ante esa otra pandemia.
La productora daba cuenta de diversos temas y relaciones que el porno oficial evitaba, la convocatoria era a “todo tipo de sexualidades gays”, en un momento en donde ser gay era sinónimo de muerte. En este sentido también nos muestra cómo la pandemia del VIH/SIDA cambió las formas de las prácticas sexuales gays. Pienso que lo que disputa Raw! Uncut! Video! es que el placer masculino gay no necesariamente es penetrativo o basado en la binaria relación de pasivo y activo, sino que más bien se trata de sexo de hombres.
La película abre también una gran interrogante respecto al valor de los archivos de estas iniciativas y sus prácticas. Podemos ver gran parte del material audiovisual grabado en la productora, vestuarios, accesorios, fetiches, prótesis, etc., materialidades que son parte de un archivo que la pareja ha cuidado en su rancho rural en el condado de Sonoma. Este trabajo audiovisual, su archivo y repertorio ha sobrevivido a complejos periodos de derecha durante la era Ronald Reagan con la comisión conformada por el entonces ministro de justicia Edwin Meese y la comisión que formó para declarar ilegal el porno, el sexo no heterosexual y el placer no binario. Entonces me pregunto ¿Quién resguarda un archivo como este?
En Raw! Uncut! Video! podemos ver que el sexo tiene historia, que responde a contextos particulares y que las formas de acercarse a su exploración también. La pregunta por el resguardo queda emplazada a los sujetos de este momento histórico, ya que también nos debiera permitir cuestionar a supuestas comunidades (como la comunidad gay) y a donde están puestos sus intereses históricos y políticos. Quizá sea una pregunta que debieran responder (ensayar) asociaciones sindicales y de trabajadorxs del sexo vinculadas a formas no heterosexuales de comprender sus prácticas.
Por Cristian A. Aravena